Bueno, pues aquí estoy de regreso con la crónica!!!
Lappi, Lapland, Laponia... selva blanca y profunda en todos los sentidos: profunda la nieve, profundo el horizonte, inmensos árboles, profundo el frío, profunda la emoción de estar en el Polo Norte por primera vez en la vida. Estar ahí es algo que uno siendo tan tropical en la vida, jamás se imaginó, al menos yo, no me lo iamginé. Pero ahí estuvimos, 4 días que les trataré de resumir con lo mejor de lo mejor, porque definitivamente hay cosas que los ojos ven pero que el cerebro no puede procesar con palabras.. o tiene que ser uno García Márquez para describir paisajes y experiencias tan hermosamente indescriptibles.
El jueves a eso de las 10:30 pm nos embarcamos los 43 integrantes del tour, todos estudiantes de intercambio y nuestra líder de grupo, una finlandesa, en el verdadero expreso polar... bueno, lo de expreso es un decir porque fueron 12 horas hasta Rovaniemi, la ciudad más al norte del país a la que se puede llegar en tren. Afortunadamente teníamos cabina en el tren y aunque estaba pequeña, incomoda y demás, algo pudimos dormir. Llegamos a Rovaniemi a las 11 am y ahí nos estaba esperando el bus que nos llevaría a nuestro destino final, un lugar llamado Korvalan.
Fue mas o menos una hora de camino y a los 20 minutos de Rovaniemi, el conductor del bus nos informó que estabamos aproximandonos al límite del trópico de cáncer y entraríamos al círculo polar ártico... Fue fácil identificar el momento porque la carretera esta señalizada con un Santa Claus que va indicando faltan 20Km, 10Km, 5Km y así para el círculo polar ártico... y en el cruce de la línea hay unas estructuras metálicas en forma triangular que hacen que uno se sienta entrando a otra dimensión... tal vez si lo es: la dimensión del frío perpetuo!
Hasta ese momento del viaje, en realidad no tenía muy claro a donde era que ibamos, si un pueblito, un lugar en la mitad de la nada, un rancho, finca, etc. Sólo sabía que era a "Laponia" pero ese término define un territorio bastante extenso. De repente llegamos y el lugar estaba hermoso, una mezcla de algo en la mitad de la nada con una super finca de descanso, con lago, bosque, etc. Nos dio la bienvenida la dueña del lugar y nos contó un poco precisamente de la historia del lugar dónde estabamos. Básicamente, la zona de Laponia se empezó a explotar turísticamente hace muchos años por los mismos habitantes de la zona, que obviamente, no son muchos. Las familias tienen terrenos enormes y cada área es denominada de acuerdo al apellido de la familia que lo habita. Korvalan no es la excepción, ha sido por generaciones el terreno de esa familia y entre ellos mismos construyeron cada una de las cabañas que rentan durante todo el año.
A cada "cottage", cabañita, le caben máximo 5 personas. Mi grupo fue Clara, Adriana, Su y Roland. Son pequeñas pero acogedoras, obviamente con buena calefacción, equipadas para cocinar un poquito, con secador de ropa en la entrada, etc. Además de las cabañitas está la casa de los dueños, la de los abuelos (que ya no viven ahí), el restaurante, el sauna, el almacén, la bodega de equipo de invierno y otras dos bodegas para maquinaria y herramienta.

La primera actividad de la tarde fue el safari con renos...! Estos animalitos son muy tiernos...! En teoría no son salvajes, pero con semejantes cuernos uno no se atreve a acercarse demasiado no vaya a ser que uno no les caiga bien... Todos los renos en laponia andan en libertad pero tienen dueño. En fin, la parte emocionante, además de tenerlos tan cerca, fue montarnos en un trineo, cual Papa Noeles, para que nos dieran una vuelta. Como si fuera poco, lo siguiente en el plan del día era el safari con perros siberianos... wow! cual montaña rusa... los perritos corren y rapidito.. súperrrr chévre! Son súper bonitos los perros y auqnue tienen fama de ser medio salvajones, estos eran retiernos y consentidos... Ya saben que yo no soy la más animalera del mundo, pero renos y huskys son retiernos.


El resto de la tarde del primer día estuvimos explorando el lugar un poco, el área de sauna, el hoyo de agua helada del lago, donde horas más tarde nos iniciaríamos en el "ice swimming" o "nadado en agua helada", jugando como niños a deslizarnos con trineos de plástico en una montañita de nieve... La noche llega allí a las 5 pm por esta época del año y el frío no sólo acosa en la noche con singular alegría, sino que agota muchísimo, así que esperamos dentro de la cabaña la hora de la comida.

Las comidas estaban incluídas como les dije, y estaban deliciosas, todo fue típico y tradicional... el chef es el dueño del lugar! Así que todo queda en familia y creo que cocina con mucha dedicación. El primer día tuvimos albóndigas con puré de papas y bayas de arándano rojo "lingonberries". Debo hacer un paréntesis para decirles que la papa y las bayas, en especial las de arándano rojo, hacen parte de la dieta diaria del finlandés, así que la mitad de los platos típicos las tienen. Les gusta mucho la combinación de las bayas agridulces con las carnes, las sopas, la papa, etc.
Tratamos de hacerle digestión a la comida lo más rápido posible porque nos esperaba una noche de sauna y agua helada! La expectativa de todos era que para muchos sería la iniciación en el ya mencionado ritual de salir del sauna que se encuentra a unos 80° C y meterse en un hoyo de agua que está a no más de 0°C... El hoyo es literalmente un hoyo, una pequeña parte del lago a la que le rompen el hielo para que uno pueda acceder al agua... Debo decirles que puedo volverme adicta a dicha actividad. Se siente increíblemente delicioso!!! La primera salida al agua estuvo muy divertida porque nadie sabía que esperar. La peor parte, más que la metida en el agua, es salir del sauna y recibir el golpe de frío del ambiente, en ese momento unos -17°C... Lo más chistoso estar en vestido/traje de baño en ese contexto, además usando medias/calcetas porque nos recomendaron usarlas para no pisar directamente la nieve o el hielo. Después de sumerguirse en el agua (hasta el cuello porque no se debe sumergir la cabeza en el agua helada) uno sale del agua y queda como anestesiado, se siente hasta calorcito y todo... Pero el efecto dura un par de segundos, así que antes de que el paro cardiáco-respiratorio ocurra, uno ya está de regreso en el sauna. Jajaja!

El día uno terminó en una pequeña reunión en el área comunal del lugar. Afortunadamente no me quedé con las ganas de tocar una canción porque un niño de Francia llevó la guitarra de paseo, así que a la luz de la chimenea, sonó "Agua Caliente" en el Polo Norte.

Algunos videítos: